“Alfonsina no ha sido otra que la jugarreta deliciosa del sueño de una noche de verano. Cuando más soltará sólo una pequeña prenda de la masa de sus secretos. Se burlará de nosotros y hará bien, porque nació para ello. La inteligencia afilada como el alfiler que la japonesa lleva en el moño, sacudió a Alfonsina, hermana siamés mía, por virtud de la cordillera” (Gabriela Mistral).
El 29 de mayo de 1892 en la aldea Sala Capriasca, 8 km al norte de la ciudad de Lugano, Suiza, nace una niña, que crecerá en argentina y desde adolescente comenzará a escribir y escandalizar, primero a su madre y después a la sociedad patriarcal con una poesía feminista, mordaz y continuadora del estilo de nuestra musa de América, Sor Juana Inés de la Cruz. Sus padres le pusieron por nombre Alfonsina, que quiere decir dispuesta a todo.
En este aniversario de su natalicio vamos a recordar la vida de esta poetisa feminista. Comenzaremos con una entrevista ficción pactada en mi imaginación y cuyas respuestas fueron tomadas de su ponencia “Entre un par de maletas a medio abrir y las mancillas del reloj”que escribió sobre una valija que puso en las rodillas durante su viaje a Uruguay donde sostendría un encuentro sin precedentes en la Universidad de Montevideo, que reunió a las tres grandes poetisas americanas del momento, Alfonsina, Juana de Ibarbourou y Gabriela Mistral. (1)